Cada vez escuchamos más y más que los sistemas de trazabilidad son requeridos en los procesos productivos de las empresas, pero ¿te has preguntado qué es un sistema de trazabilidad?
La trazabilidad puede definirse como “la capacidad para seguir el rastro de un producto, a lo largo de todas las etapas; desde la adquisición de las materias primas, pasando por la producción, consumo y eliminación, para poder aclarar cuándo fue producido, en dónde y por quién”.
Durante los últimos años, la importancia de la trazabilidad ha aumentado de forma significativa. Lo anterior se explica debido a la creciente globalización y a la implementación de los sistemas de gestión de la calidad, mejora continua y seguridad como el estándar dorado de las Industrias productivas alrededor del mundo.
¿qué tipos de trazabilidad existen?
Hay muchas formas de clasificar o dividir la trazabilidad, nos enforcaremos principalmente en dos: La trazabilidad enlazada, o de cadena, y la trazabilidad interna.
• Trazabilidad de cadena: Este tipo de trazabilidad monitorea el movimiento de productos entre diferentes procesos (sigue el movimiento de las piezas a través de los distintos fabricantes).
• Trazabilidad interna: Se monitorea el movimiento de los productos entre las diferentes etapas de un mismo proceso.
¿qué BENEFICIOS ME APORTA EL UTILIZAR un sistema de trazabilidad?
Implementar un sistema de trazabilidad trae consigo muchos beneficios, pero entre los más importantes, tenemos cinco:
1.- Simplifica una obligación. Hoy en día, la mayoría de las Industrias se encuentran altamente reguladas, por lo cual, los productores de estos bienes y servicios no requieren analizar los beneficios de un sistema de trazabilidad, pues tenerlo es de carácter obligatorio. En todo caso, la incorporación de herramientas digitales facilitará la implementación y mejora de este tipo de sistemas.
2- Aumenta la calidad y el “engagement” con los clientes. La trazabilidad de partes dentro de la línea de producción puede ayudar a encontrar puntos clave dónde añadir puntos de verificación de calidad. También incrementa la contabilidad y el engagement en el área de compras.
3- Mejora los análisis de Causa-Raíz. Tener acceso a todos los datos sobre la ruta que siguió “X” producto, puede ayudarnos a buscar en lo más profundo de nuestros procesos y encontrar la causa principal (Causa Raíz) de nuestros problemas. Dichas situaciones son identificadas y resueltas rápidamente para que el impacto en los procesos productivos sea el menor posible.
4- Ayuda a la mejora continua. Ver cómo se mueven los productos y partes a lo largo de las líneas productivas facilita la mejora continua. Las oportunidades de mejora suceden cuando tenemos acceso a los datos históricos. Saber cuándo y en dónde suceden los cuellos de botella y/o retrasos, puede ayudarnos a optimizar de forma significativa nuestros tiempos en el proceso.
5- Facilita la realización de Mapas de Flujo de Valor (Value Stream Mapping; VSM). Dado que la trazabilidad monitorea cuántos productos se están moviendo a lo largo del proceso de producción, podemos utilizar esos datos para realizar los Mapas de Flujo de Valor.